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lunes, 25 de enero de 2016

El norteño, el pachuco y el chicano.

Entre las década de 1920 y 1940 la violencia posrevolucionaria provocó
        que muchos mexicanos se vieran obligados a emigrar a Estados Unidos.

                  Estos mexicanos que buscaron  mejorar su vida  se inventaron una 

  nueva  patria, “recrearon México” y lo hicieron a través del movimiento chicano, 
  vocablo que en aquella época hacía referencia al obrero mexicano que había 
   inmigrado a los Estados Unidos.


 El movimiento chicano se generó principalmente en la ciudad de Los Ángeles, 
California, pero igual tuvo un importante auge en ciudades como Chicago y 
Nueva York, donde se fue a radicar una gran parte de la comunidad mexicana.     
Cabe destacar que no todo el mexicano asentado en Estados Unidos se 
estableció ahí como inmigrante. Durante la pérdida de territorio en la guerra 
de 1846 a 1848 muchos mexicanos de ser dueños de sus tierra se convirtieron 
 en la población explotada. Tiempo después, se tiene registros 
 que desde  los años 20  se empezó a crear una conciencia  chicana, sobre 
 todo en la literatura, como lo podemos ver en Las aventuras de don Chipote o 
 Cuando los pericos mamen de Daniel Venegas, de 1928.   Desde entonces  ya 
 había una intención de capturar la realidad y el espíritu de la cultura 
 chicana.  Sin embargo, será después de la Segunda Guerra Mundial
 cuando encontrará mayor impulso, pues muchos mexicanos al ser aceptados
 en las fuerzas armadas estadounidenses se van a radicar allá, tomando 
 forma la temática chicana que no sólo se percibe en escritores y 
 periodistas, sino también en músicos y cómicos, como en el caso de 
 estos tres personajes: 

 * Eduardo Guerrero, “el padre de la música chicana
 * Germán Valdés, Tin Tan, “el pachuco de oro”
 * Eulalio González, el Piporro, “el rey del taconazo”





  •    El impacto que tuvieron  estas figuras no sólo se debió  al hecho de haber 
  •    sido buenos cómicos y músicos,  sino que mediante sus  personajes y 
  •  canciones lograron capturar la realidad socio-histórica del México de 
  •     esa época, sobretodo de "bracero", del "indocumentado", del "pachuco". Su
  •   relevancia también radica en que  logran ilustrar los rasgos de la
  •   sociedad  mexicana la vida cultural del país, que no veía con buenos ojos 
  •  al "mojado". A través  de ellos, con su toque lúdico muy particular, podemos 
  •  distinguir la personalidad de los pachucos, el cual es “festivo e irreverente 
  •  a quien no le intimidaba su otredad". Tanto su vestimenta, como su lenguaje y
  •  actitud  pertenecen a esta experiencia fronteriza, ligada a factores económicos 
  • y a una  relación íntima entre dos países: México-Estados Unidos. S
  • afán de pertenencia al lugar les permitió moverse a través de  un mundo 
  • industrializado y capitalista. Pero al mismo tiempo las condiciones en las que 
  • vivían, el sufrir de discriminación racial y social por parte de los estadounidense 
  • les hizo reafirmar su identidad. 


    Mediante una revisión de las biografías de estas tres figuras podemos 
   establecer puntos en común entre ellos, lo que nos explica su posición artística 
   y su influjo popular.

1.- Los tres nacen en el norte y forman parte de la misma generación: 
su medio geográfico y temporal determina su discurso.

*        Germán Valdés, Tin Tan,  19 de septiembre de 1915 – 29 junio 1973.
          Nace en la Ciudad de México, pero por el trabajo de su papá como agente 
          aduanero se va a vivir su infancia a Ciudad Juárez, Chihuahua.

*       Lalo Guerrero, 24 de diciembre de 1916 – 17 marzo 2005
         Hijo de padres mexicanos que huyen a E. U. después de la huelga de 
         Cananea, en Sonora y se van a Tucson, Arizona. Gracias a su mamá aprende
         guitarra y quien fomenta el espíritu chicano.

*        Eulalio González, ‘el Piporro’, 16 de diciembre de 1921 – 1 diciembre 2003
          Nace en Los Herreras, Nuevo León, pero crece en Tamaulipas, de hecho su
          vida gira en el norte del país, entre Tamaulipas y Nuevo León.

Esta semejanza nos hace deducir que el tiempo y el espacio geográfico los definió, 
sabían lo que era irse al otro lado como braceros para poder sobrevivir o bien conocían
de cerca la situaciones de muchos compatriotas.

2.- Otro aspecto en común de estas tres figuras que, además de ser norteños 
también son compositores y actores. Lalo Guerrero en sus inicios para darse 
a conocer actuó en dos películas de Hollywood con un pequeño papel:  Botas y 
sillas de montar (Boots and saddles)  y Fronteras del crimen.



Lalo Guerreroes el más desconocido de los tres. En México quizá es 
   recordado por su disco “Lalo Guerrero, y las ardillitas”.  Actualmente es 
  considerado como el “padre de la música chicana”, pues durante 70 años se 
  dedicó, a través de su música, a dar a conocer la  situación de los inmigrantes 
   mexicanos en Estados Unidos.



Su música es el reflejo de los disturbios “zoot suit riots",  conflicto étnico que se 
desató entre los “zoot suit” y los militares estadounidenses en los Ángeles, Cal., 
durante la Segunda Guerra Mundial (3 de junio de 1943).  






  A través de la  música de Lalo Guerrero uno puede seguir los pasos de los 
  mexicanos por esas tierras porque se convirtió en un cronista de su pueblo.
  A pesar que en vida recibió varios premios por mantener con su música las 
  tradiciones de su pueblo, su trabajo musical ha sido discriminado por los 
  mismos mexicanos que no le han dado el reconocimiento que se merece. 



  


  Guerrero es parte de  una generación de “pochos” la cual no es bien vista ni 
  es querida  en E.U. y mucho menos en su propio país, México. 
  Para muchos intelectuales mexicanos, los “pochos” o “pachucos” eran una 
  minoría  sin  identidad e inculta. Ninguna disquera mexicana se interesó en 
  grabar su música pues aquí era muy mal vista la cultura de los “cholos”, 
  “los mojados”.  Intelectuales como Octavio Paz y José  Vasconcelos los criticaron
  duramente. Paz sin conocer su mundo escribió sobre el pachuco,

 “no quiere volver a su origen mexicano;  tampoco desea fundirse a
 la vida norteamericana. Todo en él es impulso que se  niega a sí mismo,
 nudo de contradicciones, enigma. Y el primer enigma  es su nombre mismo:
 “pachuco”, vocablo de incierta filiación, que dice nada y dice todo. ¡Extraña 
palabra, que no tiene significado preciso o que, más exactamente, está 
cargada, como todas las creaciones populares, de una pluralidad de significados!”.


Rodolfo Hernández Corchado, antropólogo de la Universidad de Nueva York, 
al hablar de Guerrero refiere que eran vistos como la pura degradación cultural 
y moral. Eran de pena ajena. Pero Hernández Corchado reconoce que en
su obra musical podemos reconocer el caló de los pachucos quienes son
 representado en muchas de sus canciones, además que logra cierta originalidad
al insertar en ellas los estilos nacidos en Estados Unidos, como el boggie-woogie 
y swing.





 Germán Genaro Cipriano Valdés Castillo, “Tin Tan”, “el pachuco de oro”,
 representó en principio al pachuco, al mexicano recién llegado de los
 Estados Unidos o de la frontera, consigo trae el albur y el doble sentido a flor de 
 labio; su éxito social estará mediado por su ambigüedad. 





Un análisis profundo y completo  sobre la imagen y la producción cinematográfica 
de Tin Tan, lo podemos encontrar en la tesis de Doctorado de Jorge Alberto Rivero 
Mora, Wachando a Tin Tan: análisis historiográfico de un personaje fílmico 
(1944-1958), apunta que Germán Valdés logra construir un personaje cómico 
único y original que destacó por ser irreverente y por mostrar una alternativa distinta
a la que ofrecía el cine y la cultura nacional.  







Rivero Mora destaca, entre muchos otros aspectos, el lenguaje  que utilizó Tin Tan 
  para crear a sus personajes que sin remordimiento alguno, explotó de manera 
  singular el spanglish. Esta fusión  divertida de las palabras, su "caló", junto con su 
  forma lúdica de exponer y ridiculizar  la vida cotidiana, le permitió un acercamiento  
  a su público que cada vez se  sintió más identificado con el cómico, pero ganándose, 
  al mismo tiempo, la  crítica feroz de la prensa, intelectuales y académicos que salieron 
  en defensa  del buen uso del lenguaje.







Pero Germán Valdés, Tin Tan, no sólo se distinguió en el cine, también se dedicó
doblar películas y a cantar. En sus películas podemos ver distintos temas tratados con 
su peculiar humor y en cada una de ellas expone a la sociedad mexicana, 
tan  conservadora y con doble moral, de quien a su manera se burla.





              Eulalio González “el Piporro”, el rey del taconazo”, actor,
locutor,  guionista,cantante y compositor de música norteña y ranchera.
Empieza a estudiar medicina y abandona esa carrera para estudiar contabilidad, 
la cual sí termina pero nunca ejerció. En sus inicios trabajó en la radio, 
donde de inmediato le ofrecieron trabajar en radionovelas y justo es en una 
de ellas donde adquiere el apodo de “el Piporro”, en la serie radiofónica “Ahí 
viene Martín Corona”,  en la cual trabajó junto con Pedro Infante. A partir de 
esta novela se definiría el personaje del Piporro, el norteño buena onda, siempre 
puesto para lanzar consejos.





Rodolfo Bucio en su artículo, Piporro.com, lo describe como el provinciano 
que nunca renuncia a sus orígenes y por el contrario se siente orgulloso 
de serlo y siempre procuró vestirse con sombrero texano,  chamarra de piel 
y sin soltar las botas ni para bañarse,“hacía lo que había visto en los poblados 
en los que vivió, pero a su vez  inventó un norteño, al cual los de a de veras 
trataban de imitar”.



             El Piporro, también se atrevió a dirigir, escribir, actuar y cantar. En El pocho,  al 
 igual que Tin Tan y Lalo González expone las situaciones por las que pasa 
 el bracero. En 1999 publica su Autobiogr...ajúa y anecdo...taconario.





Tanto el Piporro como Tin Tan rescatan la identidad del "otro mexicano"
 al jugar con la cultura  urbana al margen del discurso oficial. 
Lo que nos ofrecen estas tres figuras: Lalo Guerrero, Tin Tan y el Piporro 
es un acercamiento distinto del otro mexicano, a través del chacoteo, de lo 
lúdico,  a una mexicanidad que a muchos desagradó y negaron en varias ocasiones.

·       El pachuco extendió el concepto y geografía de la mexicanidad.
·       El pachuco sabía burlarse tanto del conservadurismo de la sociedad 
        estadounidense, como de la ansiedad que provoca la pérdida de 
        la identidad mexicana. 
·        La sociedad mexicana no entendió que el Pachuco Boogie era el soundtrack 
         de un mexicano en tránsito que es tanto de aquí como de allá.





            Fuentes consultadas:
     
·        Rodolfo Hernández Corchado, “La vida y la música de Lalo Guerrero”.
·        Óscar León Bernal, “B Sides del otro lado –Crónicas y reflexiones sobre 
         algunos sonidos de la mexicanidad más allá de sus fronteras reales, e imaginarias”.
·        Daniel Venegas, Las aventuras de don Chipote o Cuando los pericos mamen.
*       Jorge Alberto Rivero Mora, Wachando a Tin Tan: análisis historiográfico de
         un personaje fílmico (1944-1958). Tesis de doctorado.
.*
Páginas web:

Rodolfo Buci“Piporro.com”, en: http://www.uam.mx/difusion/revista/nov2003/bucio.html


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