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jueves, 28 de agosto de 2014

Instrucciones para dar cuerda al reloj

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj.

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.


Instrucciones para dar cuerda al reloj.

Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan. 

 ¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.

 Julio Cortázar.

miércoles, 27 de agosto de 2014

La lectura y sus revoluciones.




"La revolución digital modifica todo de una vez: los soportes de la escritura, la técnica de su reproducción y diseminación, y las maneras de leer. Tal sincronía resulta inédita en la historia de la humanidad. La invención de la imprenta no modificó las estructuras fundamentales del libro, compuesto —tanto antes como después de Gutenberg— por pliegos, hojas y páginas reunidos en un mismo objeto. En los primeros siglos de la era cristiana, esta nueva forma del libro, la del codex, se impuso a costa del rollo, pero no estuvo acompañada por una transformación de la técnica de reproducción de los textos, siempre asegurada por la copia manuscrita.








Y si bien la lectura ha conocido varias revoluciones, señaladas o discutidas por los historiadores, todas ocurrieron durante la larga duración del codex, estas son las conquistas medievales de la lectura silenciosa y visual, la pasión por leer que embargó el Siglo de las Luces, o incluso, a partir del siglo XIX, la entrada en la lectura de recién llegados: los medios populares, las mujeres y los niños, tanto dentro como fuera de la escuela".




 Guglielmo Cavallo y Roger Chartier, Dir. En: "Historia de la lectura occidental", 1997.
 [Ilustración de Toni Demuro]

miércoles, 20 de agosto de 2014

Amuletos fálicos en la Antigua Roma





La fragilidad y vulnerabilidad del ser humano ha provocado que el hombre sienta la necesidad de aferrarse a determinados objetos y símbolos con los que ha establecido un vínculo inmaterial, a veces afectivo, a veces espiritual, a veces irracional y enfermizo. Un ejemplo de ello son los amuletos en forma fálica que han sido creados desde la Prehistoria. En la Roma Antigua era habitual encontrar estos amuletos colgados en las entradas de las casas o en su interior, su finalidad era la de proteger y atraer el bienestar para la familia, evitando el llamado "Fascinus" (hechizo por el mal de ojo). 





Pruebas abundantes de tales creencias se encuentran en las ruinas de Pompeya, destruida por la erupción del Vesubio en el año 79 d. C., los ejemplos incluyen amuletos y colgantes de la buena suerte en forma de falos con alas y patas traseras con campanitas a ellos unidas. Las lámparas domésticas tenían colgantes en forma de falos, y las mesas estaban sostenidas por figuras fálicas. Con frecuencia los suelos de mosaico estaban pintados con un falo, y tales imágenes se incorporaban con frecuencia a los muros, y también en las lápidas.

viernes, 8 de agosto de 2014

"...Uno que te mire como si fueras mágica..."

Duy Huyhn

“Irte no es suficiente, debes marcharte. Entrena tu corazón como a un perro, cambia las cerraduras de tu casa, la que él nunca visitó. Eres afortunada, una chamaca afortunada. Tienes un departamento a tu tamaño, una bañera llena de té, un corazón del tamaño de toda Arizona, pero no está ni cerquita de estar seco. No eches pa’ tras tu desafortunado pasado, tus problemas son marionetas de papel maché que hiciste o compraste porque el vendedor del mercado estaba tan terco que tuviste que tenerla. Tuviste que tenerlo. Y lo tuviste. Y ahora derrumbas el puente de tu casa, haces llamadas antes de que él venga, tomas a un amante, a uno que te mire como si fueras mágica. Haces de la primera botella que consumes una reliquia. No pierdas demasiado peso. Las mujeres estúpidas siempre intentan desaparecer como venganza. Y tú no eres estúpida. Amaste a un hombre con más manos que un desfile de mendigos. Corazón como una cama con dosel. Corazón como un lienzo. Corazón que gotea algo tan fuerte que pueden  olerlo desde la calle”.


Frida Kahlo



Shannon N Missy Grant





domingo, 3 de agosto de 2014

En el centenario de la Primera Guerra Mundial...

Rotterdam, 1914

El mecanismo de alianzas en cadena provocó que para el 3 de Agosto de 1914 la Primera Guerra Mundial ya fuera un hecho inminente, con la declaración de guerra de Alemania a Francia. A partir de entonces la "Gran Guerra" no se detendría hasta la firma de Alemania del armisticio de Compiègne, el 11 de noviembre de 1918. Esta guerra, la primera tecnológica e industrial, abre el siglo XX, nombrado por Eric Hobsbawm como ´la era de las catástrofes'. Por eso mismo no se entenderían los acontecimientos que la siguieron si no se comprende la Primera Guerra Mundial. Entre sus muchas consecuencias pulverizó a tres imperios: el Austro-Húngaro, el turco-otomano y el alemán, el mapa europeo sufrió una de sus tantas transformaciones al aparecer nuevos países como Yugoslavia... también provocó a largo plazo la creación de dictaduras, fue causa de la Segunda Guerra Mundial e inevitablemente Europa perdió el dominio del mundo para ocupar su lugar los Estados Unido de América. La Primera Guerra Mundial da inicio a las "guerras modernas" que como lo describe Hobsbawm, en su libro “Historia del siglo XX” involucró a todos los ciudadanos, también a los súbditos de las colonias, todos ellos movilizados para combatir con un armamento que para elaborarlo modificó el sistema económico, que reforzó el poder de las organizaciones obreras y generó una de las máximas revoluciones sociales, la participación de la mujer europea en el trabajo fuera del hogar. Hoy en día podemos aún sentir los estragos de la guerra por las malas negociaciones y sobre todo hoy sabemos lo devastadoras que pueden ser... así que deberíamos luchar y abogar por la paz, en cualquier plano de nuestras vidas.



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